A lo largo del día, alternamos períodos de actividad con otros períodos de descanso. Caminamos, nos sentamos, masticamos, jugamos... Cuando el día termina, nos pasamos casi ocho horas durmiendo.
Nos puede parecer que hay momentos en los que nuestro cuerpo no hace nada, pero no es así; hay órganos que trabajan sin parar y actividades que se hacen sin que seamos conscientes. Por ejemplo, respiramos continuamente, el corazón no deja de latir, la sangre continuamente circula por nuestro cuerpo...
Cuando se produce algún cambio sí que somos conscientes de éstos procesos; cuando corremos notamos que se acelera el ritmo del corazón y respiramos mas deprisa, cuando nos levantamos por la mañana, tenemos hambre; si sudamos mucho, sentimos la necesidad de beber agua...
El digestivo, el respiratorio, el circulatorio y el excretor.
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